Desde pequeñxs en las novelas, en
la televisión, en el cine, en el teatro, en las campañas publicitarias, en el
mundo que nos rodea, hemos tragado y digerido una forma de concebir las
relaciones afectivas y sexuales. Es lo que llamamos el mito del amor romántico.
¿Por qué lo llamamos “mito”? Con
este adjetivo queremos enfatizar su carácter irreal, idílico. NO va a ocurrir,
por muchos motivos que expondremos a continuación. Incluso sin saber por qué,
saber que no existe es dar un gran paso, es no esperarlo. No lo esperes, solo
conduce a la frustración y a la sensación de fracaso.
Bien. El amor existe - tranquilxs,
todxs podemos querernos ;) y es bonito y todo - solo que no es cómo nos han contado:
1. No existe una pareja ideal. No hay una
persona destinada a ti, ni a la que tú estés destinada. No vale la pena esperar
un “Príncipe Azul” que no va a llegar, eso solo nos conduce a la frustración. Simplemente
habrá personas con las que te sientas más a gusto, disfrútalo.
2. No se puede tener la emoción del principio
toda la vida. Esa pasión que lo inunda todo no es eterna. Las emociones que
sientas con tu pareja irán cambiando y evolucionando.
3. No hay roles prefijados por naturaleza.
Ni las mujeres tienen un gen de cuidar, ni los hombres un gen de ser más
despegados. Las relaciones no van de abajo a arriba, van de tú a tú, en
igualdad. De ahí que muchas personas prefieran el término “compañerx” al de
“pareja”, expresando esa consideración de apoyo mutuo.
4. No puedes evitar que te gusten otras
personas. No se puede. A lo largo de una relación, inevitablemente te
cruzarás con gente, y te sentirás atraídx hacia algunas personas. No eres malx
por ello. En tu mano está decidir qué tipo de relación quieres, porque…
5. No solo existen las relaciones
heterosexuales y monógamas. Hay parejas homosexuales, heterosexuales,
abiertas, cerradas, poliamorosas, anarquistas relacionales… Cada pareja puede
ser consensuada, no hay jerarquías en qué tipo de relación es mejor o peor.
Vosotrxs decidís.
6. No es una virtud ni una prueba de amor el
ser celosx. Lo que demuestran esas actitudes es que estamos concibiendo a
nuestra pareja como una propiedad. Los celos generan posesión y violencia, y
acaban en algunos casos en el maltrato físico, psicológico e incluso en el
asesinato. Como decíamos antes, es lógico y natural sentirse atraídx por otras
personas. Si habéis decidido que vuestra relación sea monógama, ganarás mucho
confiando y respetando a la otra persona, y considerándola como tal, no algo
que podamos poseer.
7. No se puede cambiar a una persona.
Esperar que alguien cambie gracias a tu amor es infantil e irreal. Cada unx
tenemos nuestros sueños, proyectos, ideas, inquietudes… y no podemos pretender
cambiarlas. Mucho menos podemos tratar de cambiar por otra persona, imagina
cuántos conflictos podrías generarte.
8. No necesitamos una “media naranja”.
Somos seres completos, y nuestras relaciones nos deberían ayudar a ser más
felices, a tener un apoyo y a apoyar, pero siempre conscientes de que nadie es
imprescindible en nuestra vida.
9. No basta enamorarse para ser feliz.
Estar enamoradx puede ser una gran experiencia, pero no es la solución a todos tus problemas.
Tampoco es una garantía de que la relación funcionará; una relación requiere
tiempo, cuidados, mucho respeto y cariño por ambas partes.
10. No te refugies en las teorías queer y en el
poliamor para perpetuar roles de género y falta de cuidados. Cuando te
implicas emocionalmente con una persona, debes implicarte emocionalmente con esa persona, dando lo mismo que
recibes. Si no estás dispuesto a hacerlo, sé claro y sincero. No queremos
derribar el amor romántico para seguir igual o peor que antes. Las decisiones
sobre la pareja han de ser consensuadas.