Libres y empoderadas

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sábado, 7 de febrero de 2015

DECÁLOGO CONTRA EL AMOR ROMÁNTICO


Desde pequeñxs en las novelas, en la televisión, en el cine, en el teatro, en las campañas publicitarias, en el mundo que nos rodea, hemos tragado y digerido una forma de concebir las relaciones afectivas y sexuales. Es lo que llamamos el mito del amor romántico.

¿Por qué lo llamamos “mito”? Con este adjetivo queremos enfatizar su carácter irreal, idílico. NO va a ocurrir, por muchos motivos que expondremos a continuación. Incluso sin saber por qué, saber que no existe es dar un gran paso, es no esperarlo. No lo esperes, solo conduce a la frustración y a la sensación de fracaso.

Bien. El amor existe - tranquilxs, todxs podemos querernos ;) y es bonito y todo -  solo que no es cómo nos han contado:

1.       No existe una pareja ideal. No hay una persona destinada a ti, ni a la que tú estés destinada. No vale la pena esperar un “Príncipe Azul” que no va a llegar, eso solo nos conduce a la frustración. Simplemente habrá personas con las que te sientas más a gusto, disfrútalo.

2.       No se puede tener la emoción del principio toda la vida. Esa pasión que lo inunda todo no es eterna. Las emociones que sientas con tu pareja irán cambiando y evolucionando.

3.       No hay roles prefijados por naturaleza. Ni las mujeres tienen un gen de cuidar, ni los hombres un gen de ser más despegados. Las relaciones no van de abajo a arriba, van de tú a tú, en igualdad. De ahí que muchas personas prefieran el término “compañerx” al de “pareja”, expresando esa consideración de apoyo mutuo.

4.       No puedes evitar que te gusten otras personas. No se puede. A lo largo de una relación, inevitablemente te cruzarás con gente, y te sentirás atraídx hacia algunas personas. No eres malx por ello. En tu mano está decidir qué tipo de relación quieres, porque…

5.       No solo existen las relaciones heterosexuales y monógamas. Hay parejas homosexuales, heterosexuales, abiertas, cerradas, poliamorosas, anarquistas relacionales… Cada pareja puede ser consensuada, no hay jerarquías en qué tipo de relación es mejor o peor. Vosotrxs decidís.

6.       No es una virtud ni una prueba de amor el ser celosx. Lo que demuestran esas actitudes es que estamos concibiendo a nuestra pareja como una propiedad. Los celos generan posesión y violencia, y acaban en algunos casos en el maltrato físico, psicológico e incluso en el asesinato. Como decíamos antes, es lógico y natural sentirse atraídx por otras personas. Si habéis decidido que vuestra relación sea monógama, ganarás mucho confiando y respetando a la otra persona, y considerándola como tal, no algo que podamos poseer.

7.       No se puede cambiar a una persona. Esperar que alguien cambie gracias a tu amor es infantil e irreal. Cada unx tenemos nuestros sueños, proyectos, ideas, inquietudes… y no podemos pretender cambiarlas. Mucho menos podemos tratar de cambiar por otra persona, imagina cuántos conflictos podrías generarte.

8.       No necesitamos una “media naranja”. Somos seres completos, y nuestras relaciones nos deberían ayudar a ser más felices, a tener un apoyo y a apoyar, pero siempre conscientes de que nadie es imprescindible en nuestra vida.

9.       No basta enamorarse para ser feliz. Estar enamoradx puede ser una gran experiencia, pero  no es la solución a todos tus problemas. Tampoco es una garantía de que la relación funcionará; una relación requiere tiempo, cuidados, mucho respeto y cariño por ambas partes.

10.   No te refugies en las teorías queer y en el poliamor para perpetuar roles de género y falta de cuidados. Cuando te implicas emocionalmente con una persona, debes implicarte emocionalmente con esa persona, dando lo mismo que recibes. Si no estás dispuesto a hacerlo, sé claro y sincero. No queremos derribar el amor romántico para seguir igual o peor que antes. Las decisiones sobre la pareja han de ser consensuadas.

¡QUEREOS MUCHO, EN LIBERTAD E IGUALDAD!