Libres y empoderadas

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viernes, 20 de marzo de 2015

8 de marzo – Día de la mujer trabajadora



Hoy, 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, salimos a las calles para luchar contra la desigualdad y discriminación de género.
En una sociedad dónde nos quieren vender que la igualdad entre géneros ya está alcanzada, nos encontramos con una brecha salarial que ronda el 25%, llegando al 36% en los empleos menos cualificados; la más alta de los últimos cinco años.
Todo debido a la pasividad y falta de compromiso desde las Instituciones públicas y a la falta de concienciación del  conjunto de la sociedad.
A la diferencia salarial, hay que sumarle otras factores de desigualdad, cómo la doble jornada laboral. Las mujeres no sólo tienen que trabajar fuera por menos dinero, sino que además al llegar a casa deben continuar trabajando en las tareas domésticas. En un contexto dónde nos alarmamos ante el gran número de trabajos mal remunerados y en términos de semi-esclavitud, pero la figura de la ama de casa sigue normalizada y sin cuestionarse.  Ésta doble jornada se convierte en triple, al recaer sobre las mujeres el rol de cuidadoras, ya no solo de personas dependientes, niños o mayores, sino también de la estabilidad del grupo, reuniones familiares, etc. Por supuesto, esto acompañado de la ausencia de políticas que posibiliten la conciliación de las distintas jornadas,  y que  en muchas ocasiones conlleva  tener que renunciar al trabajo externo y remunerado, como el caso de las insuficientes y mal planteadas ayudas a la maternidad.
Estas condiciones  nos condenan, en muchos casos, a  la dependencia económica de terceros y  hace irremediable que la pobreza, que se ve acentuada en estos tiempos, tenga rostro de mujer.
A la discriminación laboral, propia del sistema capitalista, las mujeres tienen que sumar la discriminación sexual, perpetrada por el patriarcado, que se traduce en acoso sexual en sus puestos de trabajo, que la mayoría de las veces no se denuncia por la normalización de este en la sociedad y el miedo a ser despedida si se toman medidas para combatirlo.

Por todo esto, salimos a la calle en un día como hoy, para manifestar que no se trata de un día de fiesta o celebración, si no de lucha y reivindicación para alcanzar la igualdad real, una lucha que sigue día a día en nuestras casas, nuestros puestos de trabajo, en la calle.


¡POR LA IGUALDAD! ¡POR UN TRABAJO DIGNO PARA TOD@S!

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