Libres y empoderadas

Libres y empoderadas

viernes, 30 de octubre de 2015

Comunicado y convocatoria al 7N

El próximo 7 de noviembre la Coordinadora Feminista de Valencia ha convocado, en Madrid, una marcha estatal contra las violencias machistas, a la que se han adherido numerosos colectivos y organizaciones feministas de todo el Estado y parte del extranjero, para denunciar las violencias machistas y hacer un llamamiento a que la lucha contra la violencia de género sea una cuestión de Estado. Nosotras, la asamblea Mujeres Libres de Guadalajara, acudiremos a la cita en Madrid para denunciar junto a nuestras hermanas de distintos pueblos del Estado español la violencia que sufrimos las mujeres y las personas con identidad de género no normativa en todas y cada una de sus formas. Creemos de vital importancia visibilizar esta situación y hacer comprender que la violencia de género no es solo la que deja marcas en la piel o cifras de asesinatos, sino que es una problemática estructural mucho más amplia y bien arraigada en nuestra sociedad gracias al PATRIARCADO que la sostiene y la legitima.

Rechazamos cada agresión verbal, psicológica, económica, física, sexual o simbólica contra las mujeres y denunciamos el silencio o la complicidad mediática y la pasividad de las instituciones. Sin embargo, consideramos que la respuesta a la violencia de género no puede venir de arriba, que el feminismo debe de ser de base y de clase, y que demandar a “papá Estado” la atención que merece esta situación tan sangrante es pecar de optimismo e ingenuidad. El Estado es un poder fáctico, un engranaje fundamental de este sistema, su esencia es patriarcal y capitalista y, como tal, genera, perpetúa y legitima estas desigualdades. La transformación social ha de venir de las personas, nos toca a nosotras tomar y crear conciencia de género, visibilizar sus violencias, enfrentar sus agresiones y tejer lazos de apoyo entre nosotras: la solidaridad y la sororidad son nuestras aliadas.

De las instituciones solo podemos esperar que se laven la cara y finjan que les preocupa el asunto mientras recortan ayudas para las víctimas, lanzan campañas contra la violencia animando a la víctima a tomar precauciones y llevar silbato, o desvirtúan el día de la mujer trabajadora con cursos de aerobic y descuentos en moldes para galletas. Se acuerdan de nosotras solo de cara a  las elecciones o cuando el feminismo puede darles la oportunidad de sacar brillo a sus oxidadas siglas, porque es muy de demócratas defender la igualdad de género de cara a la galería. Pero feminista hay que ser todos los días, no cuando el interés aprieta, no solo en las fechas señaladas, o cuando se tiene la oportunidad de subirse al carro de un trabajo de base y anotarse un tanto convocando a la marcha al margen del feminismo local.

Nos desvinculamos de cualquier organización política que de forma hipócrita acuda a la marcha y señalamos al Estado como parte del problema y no de la solución.

Feminismo sí, pero desde la calle.
¡Contra la violencia patriarcal, auto-organización y sororidad!

Desde Guadalajara acudiremos juntas a Madrid.
Mujeres Libres convoca a las 10:20h en la estación de RENFE.
Sé más horizontal. Madruga menos.

 ¡Vente con nosotras!


viernes, 9 de octubre de 2015

DESMONTANDO EL PATRIARCADO. 4. "EL LENGUAJE NO ES MACHISTA, LA QUE ES MACHISTA ES LA SOCIEDAD"


Desde el movimiento feminista hemos venido convirtiendo en asunto central la cuestión del lenguaje y por tanto no pueden faltar los machitos que tratarán de ridiculizarnos cada vez que tomemos la palabra para defender la posibilidad de un lenguaje que desafíe y deslegitime el lenguaje androcéntrico heredado. Haciendo uso de uno de sus argumentos favoritos, nos espetarán que deberíamos emplear nuestro tiempo y nuestras energías en luchar por cambiar las estructuras sociales materiales que colocan a las mujeres en un segundo plano (la desigualdad salarial, la violencia de género, el derecho al aborto, etc.) en lugar de ocuparnos de “chorradas lingüísticas”. Porque ellos, una vez más, saben mejor que nosotras el camino que ha de seguir el feminismo y por eso no pueden evitar darnos lecciones sobre el hecho de que el lenguaje es neutro y natural porque, claro está, nos ha caído del cielo. Porque la que es machista es la sociedad que produce el lenguaje, no el lenguaje en sí. Y ya con eso se justifican y se lavan las manos.
Pues bien, machirulo fan de la RAE, quizá te lleves un chasco cuando te enteres de que combatir la violencia material y la violencia simbólica no es incompatible, y de que no hay necesidad de elegir entre una u otra porque se relacionan entre sí. Cuestionar la discriminación lingüística parte del reconocimiento de que más allá de las estructuras materiales encontramos estructuras de dominación patriarcal en las propias bases del razonamiento, y en ellas se encuentran los procedimientos lingüísticos a partir de los cuales se producen los significados. Pensamos con palabras y por tanto el lenguaje cumple una función central en la construcción social de la realidad porque determina nuestra visión del mundo. Como producto cultural, sabemos el lenguaje no puede ser neutro, sino que refleja la ideología dominante, y esta es androcéntrica y patriarcal.
Lo que no se nombra, no existe, y las personas de identidades de género no hegemónicas han sido excluidas a lo largo de los siglos de las estructuras de poder, pero también de las representaciones discursivas y del repertorio de significados de las lenguas. Transformar el lenguaje en aras de no invisibilizar ni excluir ninguna identidad de género implica también modificar los modos de pensamiento.  A lo mejor te molesta tanto el lenguaje no sexista porque pone en jaque tu posición dominante y cuestiona los privilegios de la sociedad patriarcal en los que se basa tu poder.
No contento con esta explicación, nos dirás: “pues Noséquién es mujer y no se siente discriminada por el lenguaje”. Y es que resulta que percibir y sentir la discriminación en el lenguaje no depende de si se es él, ella o elle, sino que tiene que ver con tener conciencia de género, que no es atribuible en virtud de esencialismos. El lenguaje y los valores patriarcales que transmite se han ido construyendo de acuerdo con la visión de los grupos de poder dominantes, que han impuesto sus valores como únicos y objetivos, y por tanto estos valores se convierten en naturales. Es necesario realizar un ejercicio de replanteamiento, de cuestionamiento de los valores y de toma de conciencia para ser capaces de someter a crítica la ideología que subyace a los mecanismos lingüísticos que cotidianamente utilizamos.

Así que no vengas a decirnos cómo tenemos que hablar o escribir si ni siquiera te has cuestionado la posición que tú mismo ocupas en la estructura.