La muerte de una mujer a manos de
su pareja es la culminación de un proceso más largo y doloroso. Violencia de Género
es humillar, ignorar, controlar, utilizar, violar, insultar, es infligir sufrimiento
tanto psicológico como físico de manera cotidiana. Es necesario señalar que la
Violencia de Género no la sufren sólo las mujeres, afecta de manera brutal a
todo el entorno familiar, especialmente a niñas y niños.
Ante el grave y evidente problema que supone el maltrato hacia las mujeres en nuestra sociedad, el Gobierno y el Estado, así como los medios de comunicación, reaccionan ofreciendo cifras y lanzando campañas que lejos de atajar la raíz de la violencia, quedan en la superficie y culpabilizan a la mujer en lugar de reconocerla como víctima y darle las herramientas para revertir su situación.
Las mujeres nos vemos en la
obligación de señalar el sistema heteropatriarcal, fundamentado en la división
sexual del trabajo, como la fuente de las
discriminaciones diarias que sufrimos y que se traducen, en última instancia,
en el asesinato a manos de sus parejas o ex parejas de decenas de mujeres cada
año.
A la opresión ejercida por el
heteropatriarcado se suma aquella que viene dada por el capitalismo. Ambas
realidades operan de manera paralela y perpetúan los esquemas que nos mantienen
sometidas y expuestas a la violencia. En un estado como el español de larga
tradición católica, la Iglesia coopera con estas dos fuerzas para seguir
poniendo trabas a la consecución de la igualdad real. Por esto, entendemos que
un Estado y un gobierno capitalista en ningún momento pondrán en tela de juicio
ni mencionarán las dinámicas del patriarcado, ni las consecuencias que tiene. Desde
la tentativa de prohibición del aborto hasta la culpabilización de las víctimas
de las agresiones sexuales, pasando por los roles reproducidos en la publicidad,
la música o la televisión. Los sucesivos
gobiernos han demostrado no estar a la altura y desatender e incluso coaccionar
a la mitad de la población.
Por todo ello, desde la Asamblea
de Mujeres Libres de Guadalajara defendemos que el 25 de noviembre debe ser un
día de protesta, un día para concienciar al resto de personas, tanto mujeres
como a hombres, para que cada una de ellas y de ellos sean conscientes de qué
es la Violencia de Género y cuáles son sus causas. Defendemos además que esta
lucha no debe limitarse a la celebración de actos aislados en días señalados y
debe constituir una de las prioridades sociales.
La solución del problema solo
será posible cuando hombres y mujeres dejemos atrás el sistema que permite que
existan jerarquías basadas en el género.
¡PORQUE NO ESTÁS
SOLA, PORQUE SOMOS MUCHAS, PORQUE SOMOS TODAS LAS MUJERES!
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