“Es que hay mujeres que denuncian en falso”
Es una frase tan, tan pero tan hiriente, que no sé ni por dónde cogerla.
La respuesta “fácil”, la respuesta “cómoda” es centrarme en los datos estadísticos. Sobre eso, no hay duda, no hay dilema: las denuncias que se tipificaron como falsas en violencia de género no superan el 0’01% -datos del CGPJ entre 2009 y 2013-.
No voy ni a molestarme en comparar con denuncias falsas en otros delitos como, por ejemplo, robo con violencia (aunque me ha impresionado el dato de que en 2014 en Valladolid el 60% de las denuncias de robo con violencia fuesen falsas, sólo como curiosidad eh, no os pongáis susceptibles).
Y habrá quien me diga “pero niña (sí, últimamente me llaman mucho niña, ¿por qué será?) si hay un montón de denuncias que se archivan y mujeres que no declaran... eso significa que son falsas”. Vamos a ver, despacito y buena letra: precisamente hay un montón de denuncias que se archivan porque vivimos en un sistema altamente garantista con los agresores de manera que, si no hay pruebas “contundentes”, el caso se archiva; no es que sea una denuncia falsa, es que no hay pruebas suficientes como para decidir a favor o en contra.
Y ahora vamos con la pregunta del millón: ¿pero por qué no hay pruebas? ¿por qué hay muchas mujeres que no declaran? ¡Ay madre! que os voy a descubrir la gran verdad sobre la violencia de género en pareja: se da en la intimidad.
En la intimidad: donde el agresor considera que tiene impunidad y derecho; lo que toda la vida se ha llamado lo privado o, acercándonos al refranero, eso de los platos sucios se lavan en casa. Y vamos a rizar el rizo: cuando no hay violencia física, sino psicológica, aunque te dicen que es denunciable y que no te calles, resulta que vas a un juzgado diciendo que te llama puta o que continuamente te controla con quién hablas o qué haces, y de repente, delante del juez, el fiscal, los abogados (tendrás suerte si hay una mujer más en la sala) te encuentras justificándote, intentando no parecer una histérica -eso que él te dice que eres todos los días de tu vida-, mientras que él se mantiene con esa sangre fría, negando con la cabeza. Y te dicen que es tu palabra contra la suya, que no se pueden gastar los recursos en estas tonterías. Y te vas a casa –con él- y aún nos llevamos las manos a la cabeza cuando meses después, apareces “muerta” en tu casa. ¡¡Si nunca te había pegado!!¡¡Si archivaron tu denuncia, mentirosa!!
Es aquí donde me importan una mierda los datos estadísticos. Porque nadie que no lo haya vivido podrá entender lo que significa poner una denuncia a tu pareja, al (que algún día será) padre de tus hijos, al que se supone que libremente elegiste querer.
Quien diga que las mujeres denuncian en falso no pueden ni imaginar lo duro y lo doloroso que es ir a una comisaría a decir “este hombre al que quería –al que quiero, a veces- tanto, este hombre que me dijo que me cuidaría y me mimaría como nadie lo había hecho hasta ahora, me está arruinando la vida. No como, no duermo, no puedo ni pensar, porque sus palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza: no valgo, lo hago mal, soy una inútil, o una lista de los cojones, soy una zorra, mis amigas son unas putas que sólo quieren malmeter, mi familia nunca me ha apoyado...”. Le he querido –le quiero-, le he abrazado, me he acostado con él -a veces por amor a veces con miedo-, nos hemos ido a vivir juntos, nos hemos casado, hemos tenido hijos. Y aquí estoy, delante de un guardia civil/de un policía, poniendo por escrito todo el daño que me ha hecho la persona con la que he elegido estar. Me siento tonta, me siento ridícula, me siento culpable, dudo si después de tanto sufrimiento él va a cambiar y yo voy a rendirme ahora. Y por encima de todo, sigo pensando en cuidarle, me preocupa arruinarle la vida.
Porque cualquiera que escuche cinco minutos a una víctima de violencia de género, oirá eso: "no quiero meterle en líos, no quiero perjudicarle, sólo quiero vivir tranquila".
No olvidemos que no se trata de un desconocido, un desgraciado que te ha atracado y quieres que le pillen y le encierren. No. Se trata de alguien con quien has pasado momentos maravillosos (casualmente justo antes o después de haberte insultado, ninguneado, ignorado), de alguien que te ha prometido que sólo se le ha ido de las manos pero que va a cambiar. Se trata de alguien que te ha hecho sentir tan culpable y tan miserable que dudas si no serás tú la que le maltrataba a él.
Con todo esto, le detienen. Y llegas a un juzgado. Posiblemente no hayas hablado con tu abogado antes de ese momento, puede que en tu vida hayas visto un juzgado por dentro. Y te piden que cuentes todo, con pelos y señales, mientras él clava su mirada en tu nuca. Sientes su respiración, tú, que conoces mejor que nadie sus gestos y sus silencios, puedes sentirlo detrás de ti. Y con todo ese pánico en el cuerpo, esperan que seas coherente, que describas con detalle fechas y palabras.
Todo esto, si llegas a entrar a la sala. Porque infinidad de veces tu abogado te pregunta si estás segura, que le puedes arruinar la vida, que ha hablado con su abogado y está arrepentido y le ha dicho que si es lo que quieres, te va a dejar tranquila. Cree que estaba llorando.
Se me olvidaba que en este lapso de horas, has hablado con tu familia y puede que te hayan dicho que si no has exagerado. También se me olvidaba que durante meses, si no años, la gente por la calle te va a preguntar “mujer, ¿pero qué has hecho? Si parecíais tan felices, pobre hombre...”. Te van a preguntar si no has pensado en el tiempo que llevabais juntos, en el bienestar de los niños (¡y los niños! ¡¿es que nadie piensa en los niños?!), te van a acusar de haber denunciado para divorciarte más deprisa (¿?) o si lo has hecho para tener una paguita (¡¿?!) ...
Te van a poner en duda personas de tu familia, algunas amistades, las fuerzas de seguridad, en el juzgado,...Te vas a poner en duda tú misma. Y durante tiempo, te vas a sentir como una auténtica mierda.
Y ahora es cuando vuelvo a preguntar, ¿alguien cree que una denuncia así se puede poner en falso, sólo para molestar? ¿alguien pasaría gratuitamente por todo ese sufrimiento pudiendo romper una relación de forma amistosa?
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