Me cuentan, querido amigo, que la lucha feminista es una lucha innecesaria,
porque cuando acabemos con el capital, el machismo desaparecerá y sólo será un
mal recuerdo. Me dicen además que luchando por la igualdad de género
evidenciamos una falta de conciencia y que dividimos la LUCHA, la de verdad, la
buena.
Y yo me pregunto muchas cosas, querido. Me pregunto de dónde viene el
machismo, a qué se debe. Me pregunto dónde está la mitad de la población en tu
imaginario político y cómo tú y un buen número de HOMBRES habéis llegado a la
misma conclusión. Me pregunto también cómo queréis acabar con el capitalismo
ninguneando y en algunos casos hasta maltratando a la mitad de vuestra clase. Y
no puedo evitar preguntarme por qué coño me tengo que esperar a que se termine
una opresión para que me traten como una igual. ¿O es que estás esperando a que
se instaure la dictadura del proletariado para dejar de llamarme “puta”? ¿No
puedes dejar de ocupar el espacio hasta que no caiga el último patrón? ¿Nos
seguirán infantilizando hasta que se socialicen los medios de producción? Y
digo yo ¿Por qué no empiezas a hacer todo esto YA?
El día en que todos los
proletarios del mundo se unan, se acaben las clases sociales y expropiemos los
medios de producción, el día que desaparezca el Estado y construyamos al fin el
mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones… ese día NO acabará la opresión
de las mujeres. Sería un súper-combo perfecto y ya nos gustaría a nosotras,
pero no cuela. Los obreros también violan, también amenazan, también
menosprecian. El machismo es la
consecuencia de un sistema patriarcal, que es independiente del sistema
económico, por más que sepamos que efectivamente, el capitalismo es un sistema
opresor y asesino y que ambos operan en connivencia, retroalimentándose. La
lucha feminista es por lo tanto igual de importante que la lucha
anticapitalista, y la lucha contra cualquier otro tipo de opresión, y esto es
algo que deberíais comprender cuanto antes porque corréis el riesgo de quedaros
sin efectivos.
“No soy feminista, soy
anarquista/comunista” es una frase estrella, pero ¿sabes una cosa? No es algo
excluyente. En serio, puedes ser feminista y lo que tú quieras (menos
capitalista, que no cuela). Es más, deberías ser feminista si luchas contra la
opresión… que tu género sea el que ejerce la opresión no significa que tú debas
ignorarla. Si no te consideras feminista igual deberías revisarte la ideología,
aunque “revisionista” sea una palabrota muy fea.
A algunos os he oído también decir, “compañeros”, que vosotros sólo veis
personas, que la igualdad es algo que tenéis tan asumido que no diferenciáis
entre hombres y mujeres, y eso me desconcierta. Supongo entonces que tenéis tal
capacidad de crítica, auto-revisión y aislamiento de las construcciones
sociales que sois capaces de superar y obviar la educación que habéis recibido,
los mensajes de los medios y la cultura y a vuestras propias compañeras que se
definen como mujeres. Pero me desconcierta aún más que viendo sólo personas
actuéis simple y llanamente como MACHOS.
Que no, amigo, que no, que me entusiasma tu idealismo, que me alegro de que
seas tan tan inteligente y capaz que tú solito hayas derrocado el patriarcado
en tu interior, pero la lucha feminista es necesaria, urgente y transversal. No somos las feministas menos anarquistas, menos comunistas, menos
antifascistas y anticapitalistas; no dividimos la lucha porque solo hay una
lucha, sois vosotros los que veis luchas opuestas, los que os empeñáis en hacer
del feminismo una cuestión de segunda sin querer comprender que es una cuestión
de clase y que sin feminismo no hay revolución.